Estos productos normalmente reciben al cliente en su habitación, encima de la cama y son repuestos cada día durante su estancia.

Si nos remontamos a la etimología de la palabra, descubrimos que viene de dos fuentes diferentes:en Francés es aménité: amabilidad, deleite; mientras que en latín es amoenitás: agradable, delicioso.

Apostamos por su uso en negocios más allá de los hoteles, como restaurantes, centros de spa, alojamientos rurales... pues son un gran detalle, que ayudará a fidelizar a los clientes.

 

Es el elemento del marketing experience más valorado por los clientes. El cliente que acude a un hotel, va con la idea de que se encontrará con ciertos productos que le ahorraran la molestia de llevarlos en su neceser. En la actualidad con la normativa restrictiva de las compañías aéreas, donde los líquidos están prohibidos; que el hotel lo ponga a disposición de los clientes llega a jugar un papel crucial en las decisiones. En la era de la información global, comprobar que el hotel al que acudimos dispone de ello antes de acudir al mismo, es fácil y sencillo para el usuario y tomará peso en su decisión.

Estos productos son un elemento básico en todos aquellos negocios, donde se les facilite a los clientes alojamiento e higiene, ya sean hoteles, hostales o residencias.

 

Aunque en la actualidad, son cada vez mas los restaurantes los que presentan en sus lavabos productos de aseo personalizados y puestos al servicio de los clientes, así como las tradicionales toallitas de limón para las manos, que son ofrecidas tras servir los mariscos.

 

Recuerda que en nuestra web ya tienes disponibles algunas colecciones, y si lo que quieres es personalizarlo envíanos un mensaje.