Maridaje

El maridaje consiste en encontrar la armonía entre el plato y el vino que le acompañará.

El primer paso es elegir el plato que se va a consumir, para ver sus características y acertar con el vino.

Los platos están formados por diferentes ingredientes, los principales o aquellos que más destacan; y los secundarios (también conocidos como puente) y son los sabores de conexión que acompañan al principal y son los que tendremos en cuenta a la hora de maridar el vino.

Una vez distinguidos los sabores puente (ácido, dulce, salado…).

En vinos distinguiremos 3 tipos diferentes de cuerpo:

  • Vino de cuerpo liviano: ácidos, fresco con poco alcohol; son más fáciles de tomar.
  • Vino de cuerpo medio: son vinos dulces con más graduación de alcohol comparados con los anteriores, pero también más secantes y amargos.
  • Vino de gran cuerpo: son los que presentan mayor graduación de alcohol de todos , son densos, secantes y fuertes.

 

En esta entrada de aquí explicamos como elegir la copa de vino perfecta para cada tipo de vino.

A la hora de elegir los vinos para el maridaje tenemos que tener en cuenta el sabor, la temperatura y aroma de cada uno, ya que las combinaciones pueden dar diferentes resultados, como la exageración de un rasgo del vino o reducirlo; o por el contrario anular las cualidades de una comida, como cuando se marida un pescado blanco con un vino tinto fuerte.

En otros casos, la combinación de cambios aporta sabores totalmente nuevos, como cuando se combina una salsa de frutos rojos con un vino frutal.

Aunque hay que analizar cada plato y vino por separado (para ello ya se cuenta con la figura del somiller), aquí hay unos cuantos ejemplos de maridajes que suelen funcionar muy bien.

 

Vino Tinto

Joven y fresco: sopas, legumbres, carnes blancas guisadas, carnes rojas asadas y pescado graso.

Añejo: carne roja y asados

 

Vino Blanco

Seco y afrutado: pescado hervido, verduras y pasta y arroz siempre que estén acompañados por una salsa delicada.

Aromático y añejo: verduras, pescados al horno o guisado, pasta y arroz acompañados de una salsa aromatizada, y queso de cabra.

Añejo de barril: aves, paté, foie y pescados a la parrilla.

 

 

Vino Rosado:

Embutidos, aves, pasta rellena o gratinada, trufa y queso fresco.

 

Espumoso:

Seco: se utiliza para aperitivos, mariscos, ensaladas, pescado hervido, y al igual que el vino blanco aromático con pasta y arroz acompañados de salsa delicada.

Dulce: ensalada de frutas y postres.

 

Como últimos consejos:

  • Sostener la copa por el fuste.
  • Cantidad recomendada en la copa:
    • Tintos: 1/3 del cáliz.
    • Blanco: ½ del cáliz.
    • Espumoso: ¾ del cáliz.

 

Puedes buscar la copa perfecta en esta sección; y si estas buscando un modelo en concreto, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.